Este
post fue publicado originalmente en
http://estonotienebuenapinta.blogspot.com.es/2012/04/la-fisioterapia-es-un-saco.html
gracias a la bondad de mi buen amigo y administrador del
lugar @carcasor , que me cedió su blog, y que a su vez es culpable
de que hoy publique en uno propio. A día de hoy la entrada “La
Fisioterapia en un saco” ha recibido más de 4500 visitas.
Me
he permitido la “licencia” de dar un final a la fábula, que
espero algún día se haga realidad...
La
fisioterapia en un saco.
La
Fisioterapia nació tarde en España, fruto de una imperiosa
necesidad social. Por ese motivo nació sin padres, huérfana…
La
parió la enfermería,
lejos de actuar de madre, actuó de madrastra. Nadie conoce a nuestro
padre, ni se le espera.
Como
hija de la necesidad, creció rápidamente. No le faltó el trabajo.
Fue como uno de esos niños prodigio de la farándula, explotados por
su entorno mientras tienen éxito. Lo tuvo todo, pero también
demasiado trabajo y demasiados frentes para atender correctamente. Y
sin padres que la ayudaran, escogió tirar balones fuera: masaje,
actividad física... ¡Todo fuera!
Si
no soy suficientemente fuerte, si no soy suficientemente grande…
¿Que haré?
Lloró
y se lamentó… Más balones fuera… Ayudas técnicas, educación
sanitaria…
Y
apareció su padrastro, la Rehabilitación,
y le prometió ayuda y protección frente a lo inabordable, le dijo
que no debería preocuparse por nada, que un niño necesita un padre…
Le cerró las puertas del mundo exterior, por lo que no viajó, ni
vio, ni se comparó con sus hermanos de otros países. Su padrastro
lo hizo por ella… Se quedo con su alma, su autonomía y su
personalidad propia. La metió en el saco del equipo
multidisciplinar,
y engulló también a la Terapia
Ocupacional
y a la Logopedia
(entre
otros).
Ciega
como estaba entonces, se convenció de que la solución estaba en su
tamaño, y se propuso crecer… Mientras su padrastro y su madrastra
crecieron siempre ordenadamente, no más de lo necesario, y a poder
ser algo menos.
Ella,
con sus ojos vendados pensó que la necesidad social era infinita. Se
desvitalizó. Aparecieron parásitos que crearon zombis. Los hijos de
la Fisioterapia,
víctimas del desengaño, buscaron al padre que nunca tuvieron. Y
apareció la Osteopatía.
Hizo de padre y de madre, les enseñó su mundo y les propuso cambiar
su apellido y reflejarlo en su libro de familia.
Muchos
formalizaron el cambio y olvidaron sus raíces.
Pero
un día, algo cambió. Nada duele más que perder un hijo. Y eran
demasiados los hijos de la Fisioterapia
que, perdidos, vagaban por otros mundos: la osteopatía, la
quiropráctica, lo
alternativo…
Y
en ese punto de la historia estamos. Sobredimensionados, dispersos y
metidos en un saco… Pero conscientes de nuestros errores.No estaría
mal redimensionarnos, unirnos y romper el saco… Y de paso aprender
del pasado: o
crecemos o seguiremos toda la vida en el orfanato.
El
primer
paso es
saber quiénes somos, de dónde venimos y qué hacen nuestros
hermanos del resto del mundo.
El
segundo
paso
es redefinirnos, cambiar nuestro paradigma y protegerlo de de
parásitos.
El
tercer paso
y más importante, romper
el saco… Con
los dientes, con las uñas, con las manos, con el alma…
Hasta
aquí el post original... Y ahora un deseo para el futuro, un final
para la fábula, si es que hay un final para las cosas...
Los
Fisioterapeutas lucharon, con muchos esfuerzos consiguieron romper
el saco redefiniéndose, entendieron que la vida es movimiento, y que
debían centrarse en aquello que sabían hacer mejor que nadie,
restaurar la función y el movimiento normal... No era lógico
mantener centrada su atención en la estructura... No desgasta el
viento las rocas? No genera la naturaleza movimiento en el mar , en
el aire, en la tierra cuando se enfurece? No está nuestro planeta
sujeto al influjo de la luna cuando se aproxima o separa de nosotros?
Llegaron
a la conclusión que el movimiento domina la estructura, y que esta
se modela en función de las necesidades generadas por el movimiento
humano.
Concentraron
su atención en el estudio de lo que era demostrable, y poco a poco,
muy lentamente, abandonaron las prácticas ancestrales y arcaicas que
ejecutaron durante décadas, hoy son los dueños y señores del
movimiento y de la función.
Las estructuras que nos gobiernan no son inalterables, nuestro futuro depende de nuestros movimientos... No penséis nunca que somos esclavos de la estructura, lo que hagamos puede modificarla!
Las estructuras que nos gobiernan no son inalterables, nuestro futuro depende de nuestros movimientos... No penséis nunca que somos esclavos de la estructura, lo que hagamos puede modificarla!
Moraleja:
El movimiento es vida, y la vida es movimiento. Apliquemonos nuestra
propia medicina... hay que moverse para conseguir lo que uno quiere.
Así que, a muevansé!
Manel
Domingo.